domingo, 8 de julio de 2012

Sociología de lo Onírico - R Bastide


¿EN QUÉ MEDIDA pueden interesar los sueños al sociólogo? Según parece, durante el sueño la sociedad disminuye la presión que ejerce sobre el individuo. Freud y Halbwachs están de acuerdo en este punto. El primero nos habla de una disminución de la censura, que deja pasar más fácilmente los deseos reprimidos durante el estado de vigilia; el segundo describe la desaparición de cuadros sociales de la memoria, lo cual determina que las imágenes de la fantasía no sean ya reconocidas como recuerdos. No obstante, Hallbwachs no cree que la ruptura entre el yo y la sociedad sea total: "No creamos enteramente los hombres, los objetos ni, tampoco, las situaciones del sueño; todo ello está relacionado con nuestra experiencia de la vigilia; es decir, que volvemos a ver, en el estado de soledad a que nos reduce el sueño, todo aquello que ha atraído nuestras miradas o modificado nuestros sentidos mientras estábamos en contacto con nuestros semejantes. Además, no sólo volvemos a ver esas imágenes, sino que las reconocemos, ya que les atribuimos un sentido y podemos hablar de ellas al despertar, es decir, interpretarlas según nociones comunes a los hombres de nuestro grupo. Ello significa, pues, que por lo menos una parte de los hábitos de la vida social subsiste en la vida de los sueños.
Al intentar una sociología de los sueños nos alientan, pues, quienes más han insistido sobre lo que aquéllos tienen de característicamente individual. Ante todo, es innegable que la significación del sueño depende del tipo de civilización. En las sociedades antiguas y en las no civilizadas, el estado de sueño no está drásticamente separado del estado de vigilia. Por el contrario, las fantasías nocturnas se incorporan a la trama de la existencia y se confunden fraternalmente con las percepciones del mundo sensible. Pero, ¿qué se deduce de ello? Ocurre que los sueños proporcionan al primitivo la solución de problemas que le plantea su propia cultura y, así, le permite situarse mejor en el ámbito de su sociedad. Por ejemplo, aquí el sueño es el que consagra al hechicero, ese sueño en el que vio arrancadas sus entrañas y clavado en su carne el trozo de cuarzo mágico; más allá, el sueño revela, en el transcurso de las ceremonias de iniciación, el totem individual, y establece, en consecuencia, el status social de la persona en una estructura de conjunto.
Y aun cuando el indígena se separe de una tribu para incorporarse a una sociedad nueva, tal como la Iglesia cristiana, el sueño suele ayudarlo a dar el salto decisivo y le otorga fuerzas sobrenaturales para desatar sus antiguos vínculos sociales y contraer otros nuevos. En resumen: entre los pueblos primitivos, los sueños tienen una función social. En cambio, en nuestra civilización moderna, la ruptura entre el mundo nocturno y el mundo diurno es total.
Los sueños no son sólo una actividad psíquica individual; están saturados por lo social. En consecuencia, por medio de ellos, podemos captar en su repercusión sobre lo inconsciente la diversidad de las culturas. Con todo, queda aún pendiente un problema, para nosotros mucho más importante que cuanto acabamos de tratar. Aun aceptando la diversidad de simbolismos o la diversidad de significación de una misma imagen mental según los tipos de sociedad, se podría pensar que todos esos símbolos son libidinosos. La libido, entonces, estaría moldeada por la sociedad; pero todo se explicaría, a fin de cuentas, en virtud de ella. En tal caso, habríamos corregido el freudismo, pero no habríamos señalado los límites del psicoanálisis. 
Debemos, pues, preguntarnos ahora cuál es la naturaleza de los símbolos de los sueños y volver, al llegar aquí, al examen de nuestro problema fundamental: el de las relaciones entre lo sexual y lo social.


Fuente: Roger Bastide. Sociologìa y Psicoanàlisis. Cap 09. Compañía Fabril Ed. Bs As. 1969.


1 comentario:

  1. Lee atentamente esta oración y haz lo que te dice sin ignorar los pasos que te pide seguir, porque si no solo obtendrás los resultados contrarios de lo que pidas . Piensa en la persona con la que quieres estar y di su nombre para ti 3 veces. Piensa en lo que quieres que ocurra con esta persona en la siguiente semana y repítelo para ti 6 veces. Ahora piensa en lo que quieres con esa persona y dilo una vez. y ahora di.. Rayo de luz yo te invoco para que desentierres a -nombre de la persona- de donde este o con quien este y le hagas llamarme hoy mismo enamorado y arrepentido. Desentierra todo lo que esta impidiendo que -su nombre- venga a mi -nuestro nombre-. Aparta a todos los que contribuyan a que nos apartemos y que el no piense mas en otras mujeres que solo piense en mi -nuestro nombre- Que el me llame y me ame. gracias, gracias por tu misterioso poder que siempre cumple con lo que se le pide. Luego tienes que publicar la oración tres veces, en tres sitios diferentes Dios te lo pido con mucha fe… no para hacer maldad

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