sábado, 7 de febrero de 2015

Siete cosas sorprendentes que suceden mientras dormimos_Teresa Morales


Tanto si es usted de los 
que duermen de un tirón, como si pertenece al grupo de los que van enganchando un sueño con otro a duras penas, le hará ilusión saber que durante esas horas de modorra no todo es letargo y desconexión, porque el sueño no consiste en entrar en coma. Es en este tiempo cuando se llevan a cabo funciones fisiológicas imprescindibles para el equilibrio psíquico y físico de nuestro organismo, que aportan grandes beneficios (algunas más que otras). Como han sugerido científicos de la Universidad de Northwestern, en Estados Unidos, el cerebro podría reforzar la memoria de conocimientos ya existentes con solo escuchar ciertos estímulos sonoros durante el sueño, aunque no seamos conscientes de ello. Estas son otras siete cosas que suceden mientras ronca (y usted sin enterarse)

1. Se excita sin querer. “Nuestro organismo está muy activo mientras dormimos y esa actividad es diferente en función del estadio y fase del sueño en la que nos encontremos. Durante la fase REM, por ejemplo, se observa un aumento de la actividad metabólica del cerebro en determinadas áreas, con más consumo de oxígeno y glucosa. Es en esta etapa cuando también ocurren las erecciones nocturnas”, dice el doctor Gonzalo Pin, jefe de la Unidad del Sueño del Hospital Quirón Valencia. Y no solo en ellos, porque en las mujeres aumenta la circulación sanguínea en la zona del clítoris y también la lubricación vaginal, por lo que se potencia la sensación de excitación sexual. Involuntaria, eso sí.

2. Quema lo que come. “Se consumen muchas calorías al dormir”, afirma el doctor Pin. “Aproximadamente, y dependiendo de la edad y constitución, entre tres y cuatro calorías y media, por kilo y hora de sueño. Ya hemos dicho que el sueño es un proceso muy activo, por eso, como nuestro organismo continúa trabajando mientras dormimos, necesita tirar de las reservas de energía para ello”, añade el experto. No es un gasto suficiente como para caer en el adelgazamiento, pero restarle horas al sueño sí favorecerá que incremente de peso.

3. Crece unos centímetros. No es un truco de magia, y tampoco son centímetros que se vayan acumulando a lo largo de los años, pero lo cierto es que durante la noche, estando tumbados durante horas, la columna vertebral se libera de la presión a la que la sometemos a diario y eso nos permite dar un pequeño estirón. 

4. Baja la temperatura corporal. Al igual que ocurre con la producción de melatonina, que aumenta o disminuye según el momento en el que nos encontremos del ciclo circadiano (ritmos biológicos que nos imponen rutinas), la temperatura del cuerpo sigue un patrón similar. “La que denominamos central disminuye como una señal de tendencia al sueño”, explica el doctor. En esos instantes, a última hora de la noche y antes de acostarnos, el cerebro interpreta que una temperatura corporal inferior a la habitual significa que es hora de dormir (queremos mantita), y la producción de melatonina aumenta provocando en el organismo la llamada al sopor. 

5. El corazón se toma un respiro. La presión sanguínea y el ritmo cardiaco, como otras funciones del cuerpo, tienen también un ciclo circadiano que ocasiona una disminución de la actividad de ambos durante el sueño. Se trata de un mecanismo de defensa, puesto que, como aclara el doctor, “esta disminución de la tensión arterial nocturna nos protege a todos, es como ‘dejar descansar un poco’ las arterias, que son las autovías de nuestro organismo, descongestionando la intensidad de tráfico”. Esto permite que todo el sistema circulatorio pueda relajarse y reponerse de los esfuerzos a los que ha estado expuesto durante el día. 

6. Los músculos se relajan y también se paralizan. “Durante la fase REM se produce una disminución fisiológica del tono muscular que es absolutamente normal”, explica el especialista en trastornos del sueño. También es muy habitual experimentar alucinaciones hipnagógicas o hipnopómpicas. “Son ciertas sensaciones (de caída o de movimiento brusco…) que algunas personas perciben al inicio o final del sueño”, añade. 

7. Hay predisposición a la flatulencia. No es el efecto más agradable a dos de nuestros cinco sentidos, pero es evidente que cuando el experto dice que el tono muscular se relaja, quiere decir “en todo el cuerpo”, también músculos anales. Al despertarse, el intestino estará más libre de gases.

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