“La inmensa mayoría de la población duerme
menos de lo necesario” (extractos)
DIRECTOR DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DEL SUEÑO
Los efectos de dormir menos horas de las
necesarias van mucho más allá de estar cansado e irritable al día siguiente.
Crece el riesgo de padecer diabetes y obesidad, según explica el doctor Diego
García-Borreguero, director del Instituto de Investigaciones del Sueño.
Pregunta. ¿Qué consecuencias tiene la falta
de sueño?
Respuesta. El déficit parcial y continuado
de sueño —estamos hablando de dormir cada noche entre un 70% y un 80% de lo que
deberíamos— tiene como consecuencias fundamentales la aparición de algunos
síntomas neuropsicológicos leves, como la fatiga, la sensación de cansancio,
una leve disminución de la capacidad de concentración y rendimiento, una mayor
irritabilidad, etcétera. A medio y largo plazo, se incrementa el riesgo de
obesidad, diabetes, hipertensión y problemas cardiovasculares.
P. ¿Qué efectos puede tener en la
siniestralidad laboral y la productividad?
R. España está en una zona horaria que no
le corresponde. Vamos con un cierto retraso con respecto al centro europeo.
Esto tiene implicaciones sobre nuestro rendimiento y nuestro trabajo. Por
ejemplo, una fábrica en A Coruña y otra en Milán pueden empezar a trabajar a
las ocho, pero en la localidad gallega habrá amanecido casi una hora más tarde.
La luminosidad es muy importante porque tiene efectos sobre el reloj cerebral y
va a dar instrucciones a diversos sistemas metabólicos del organismo para que
se activen. Al final la persona que está en Milán iniciará su jornada en una
situación metabólica y de funcionamiento cerebral más avanzada.
P. ¿Afecta más a las mujeres la falta de
sueño?
R. La mujer en edad fértil tiene unas
necesidades de sueño algo mayores, entre 30-40 minutos mayores que el hombre.
Esto se iguala a partir de la menopausia. Por eso el déficit es mayor incluso
en la mujer.
P. ¿A qué hora tendríamos que irnos a
dormir?
R. Si en Madrid amanece ahora a las ocho de
la mañana y la inmensa mayoría de la población necesita dormir ocho horas
diarias, deberíamos estar en la cama, con la luz apagada, a las 23.30 como
máximo. La costumbre de horarios de los adultos arrastra a los niños. Un niño
de 10 años que se levanta a las siete, debería irse a dormir como mucho a las
21.30.
P. ¿La siesta es recomendable?
R. No es estrictamente necesaria. Lo
esencial es el número de horas que durmamos en las 24 horas.
Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2014/12/12/actualidad/1418400732_604638.html
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