miércoles, 31 de diciembre de 2014

La Narcolepsia

La narcolepsia (del griego nárke, «torpor», y lepsis, «posesión»), también conocida como síndrome de Gelineau, es una enfermedad autoinmune cuya prevalencia en la población es muy baja. Se caracteriza por la presencia de accesos de somnolencia irresistible durante el día. Puede causar cataplejía (parálisis o debilidad extrema bilateral de un conjunto muscular), alucinaciones hipnagógicas (visiones fugaces en la transición vigilia-sueño) o hipnopómpicas (transición sueño-vigilia); incluso puede haber parálisis del sueño, e interrupción del sueño nocturno. De acuerdo con estudios epidemiológicos, la prevalencia de este trastorno neurológico del sueño en la población adulta se ubica entre un 0,02 y un 0,16%, afectando en forma similar a hombres y mujeres.
Clásicamente, el diagnóstico de narcolepsia requería la presencia de la tétrada narcoléptica, formada por:
  • Excesiva somnolencia diurna
  • Cataplejía
  • Alucinaciones hipnagógicas y/o hipnopómpicas
  • Parálisis del sueño

Los últimos tres síntomas son manifestaciones de una regulación anómala del sueño REM que es inherente al síndrome.  

En la narcolepsia, el orden y longitud de los periodos de sueño NREM y REM están perturbados, con el sueño REM ocurriendo al inicio del sueño en lugar de que sea después de un periodo NREM. Por ende, la narcolepsia es un desorden en el que el sueño REM ocurre en momentos anormales. Además, algunos de los aspectos de sueño REM que normalmente ocurren sólo durante el sueño (falta de control muscular, parálisis de sueño, y sueños vívidos) ocurren en otros momentos en las personas con narcolepsia. Por ejemplo, la falta de control muscular ocurriría durante el estado de alerta en un episodio catapléjico. Los sueños vívidos ocurrirían mientras se comienza a dormir o al despertar. En la narcolepsia, el cerebro no pasa por fases normales de somnolencia y sueño profundo sino que se va directamente (y sale de) sueño REM. Esto lleva aparejadas varias consecuencias: El sueño nocturno no incluye suficiente sueño profundo, así que el cerebro trata de compensar ese déficit durante el día. Los narcolépticos caen rápidamente en lo que parece un sueño muy profundo. Despiertan súbitamente y se pueden encontrar desorientados. Tienen sueños muy vívidos, que comúnmente recuerdan.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Narcolepsia


Historia de Vida
Conversaciones con la “Bella durmiente”

Autor: Ricardo Mastandueno, Daniel Flichtentrei; IntraMed

Brenda lucha para mantenerse despierta, por ganarle al sueño implacable que la acecha. Enfrenta el desconcierto de la medicina ante un diagnóstico en el que se piensa muy poco: narcolepsia. 

Brenda tiene un lunar en la mejilla y una frondosa cabellera negra que llueve sobre sus hombros. Nos encontramos una mañana bajo el sol tibio de otoño. A través de la ventana se veían un cielo luminoso y un gato gris trepando por la pared del vecino. Sentados sobre un sofá, casi al nivel del piso, conversamos durante un par de horas. A sus jóvenes veintisiete años carga con una larga historia de sueño incontrolable y despertares tormentosos. “No sé muy bien por dónde empezar”, nos dice. “A veces se me mezclan las cosas o no recuerdo qué fue primero y qué después”. Pero empieza, y no se equivoca. Recuerda paso a paso cada momento de su vida de “Bella Durmiente”.
Sin saberlo, sin diagnóstico, sin entender lo que le sucedía, Brenda luchó contra los molinos de viento. Contra su propio cuerpo, contra la obstinada incomprensión de los profesionales a los que consultó. Solo muchos años más tarde, cuando tenía veinticinco, encontró una palabra que nombraba su padecimiento: narcolepsia. 
  


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